Canarias, el paraíso de la OTAN: un militar cada 145
habitantes y una matrona cada 100.000
Un informe
del Centro Delàs de Estudios por la Paz recoge los principales focos del
militarismo en España. Solo el archipiélago canario cuenta con más de 744.700
hectáreas dedicadas a maniobras pensadas para tiempos de guerra.
Imagen de archivo de un soldado de la Legión durante unas maniobras. — María José López / EUROPA
PRESS
BILBAO
09/02/2022 23:34 ACTUALIZADO: 10/02/2022 07:42
Los tambores de guerra siempre suenan con algo más de fuerza en Canarias y Andalucía. Ambos
territorios aparecen entre los lugares preferidos por los militares para
ponerse a punto de cara a hipotéticos enfrentamientos bélicos como el que ahora sitúan a
Rusia, Ucrania y la OTAN en el candelero guerrerista. En ese contexto, un
reciente informe del Centro Delàs de Estudios por la
Paz recoge la realidad que se vive en algunos de los sitios más
militarizados del Estado.
Solo en Canarias existen 744.700 hectáreas dedicadas a maniobras militares
y más de 50 kilómetros cuadrados declarados como "zonas de interés de
Defensa", lo que implica el predominio militares sobre estos lugares y
"fija la prevalencia del interés para la guerra sobre cualquier otro,
limitando incluso y prohibido la decisión de las administraciones públicas
civiles frente al interés militar", sostiene la investigadora Koldobi Velasco en el apartado del informe que
aborda la situación en el archipiélago.
El interés militar en torno a las islas queda patente en un documento
del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE),
dependiente del Ministerio de Defensa, que –según
destaca Velasco– "sitúa a Canarias en el ranking de grandes bases
militares archipelágicas del mundo, auspiciadas por la OTAN, juntoa Chipre,
Guantánamo y Pearl Harbor".
El doumento del Centro Delàs recoge unas declaraciones del teniente
general José Luis Vega Alba, jefe del Mando de Canarias entre
2006 y 2010. El territorio insular, sostuvo, "tiene una ubicación
privilegiada entre tres continentes y en las proximidades de uno de los
principales flujos de transporte marítimo y aéreo hacia Europa y orillas del
Mediterráneo", entre otras razones porque "es parte del flanco sur
occidental de la Alianza Atlántica".
En cuanto a presencia de tropas, se trata de la quinta Comunidad autónoma
con más personal militar "después de Madrid, Andalucía, Aragón y Castilla
y León". Velasco destaca que existe "un cuerpo militar y de fuerzas
del orden por cada 116 habitantes, y un militar por cada 145 habitantes".
"En contraposición, en Canarias hay empleada por el Estado una psicóloga
por cada 17.000 personas; una trabajadora social por cada 24.000 o una matrona
por cada 100.000 residentes en las islas", afirma la investigadora.
Subraya además que el archipiélago ha sido lugar de "entrenamiento habitual de tropas españolas y multinacionales antes de su envío a Afganistán, al continente africano y a otros destinos", mientras que "sus infraestructuras militares ya se han comprometido en intervenciones armadas en el continente y fuera de él".
"También se ha anunciado la continuidad de la participación del Mando Naval de Canarias en las operaciones Atalanta y SOPHIA con los buques de
acción marítima 'Relámpago' y 'Rayo', respectivamente, así como en las
operaciones permanentes de seguridad y vigilancia marítima. Canarias se
convierte en objeto y en objetivo militar, siendo parte de la amenaza para
otros lugares del planeta", subraya la investigadora.
El estudio publicado por el Centro Delàs aborda también la realidad militarista
de Andalucía, la segunda comunidad autónoma con mayor número de efectivos de
las Fuerzas Armadas y en la que existe además "una amplia presencia
militar de fuerzas extranjeras de manera permanente", apunta.
De acuerdo a los datos que maneja este documento, en 2020 había 24.121 efectivos militares en territorio andaluz. A ellos se suman 2.800 soldados americanos en la base de EEUU de Rota y otros 2.200 en las dependencias militares de Morón.
"Además, Reino Unido con la
actividad de los 600 efectivos de sus Fuerzas Armadas terrestres, aéreas y
marítimas en Gibraltar, tiene un impacto muy significativo en Andalucía,
especialmente sobre la población de la bahía de Algeciras y su medio
ambiente", destaca el investigador Diego Checa Hidalgo,
quien ha trabajado en el capítulo centrado en esa comunidad.
Cádiz y Sevilla son las provincias más militarizadas de la región andaluza
En tal sentido, destaca que allí no solamente está desplegado el Regimiento Real de Gibraltar, sino que también
"existe una polémica estación de parada de submarinos que ha contado con
la presencia de sumergibles nucleares para su reparación".
Apunta además que "Cádiz y Sevilla son las provincias más
militarizadas de la región andaluza", con un despliegue de distintos
acuartelamientos que incluyen a los militares americanos. "En esos
lugares, la militarización del territorio se manifiesta claramente puesto
que la población se ve excluida del acceso y uso de amplios espacios costeros
sobre los que se han construido las instalaciones militares o se realizan
regularmente maniobras y entrenamientos", señala Chueca.
Asimismo, el Centro Delàs describe la situación de Valencia, una comunidad
que aparece en el mapa de la OTAN: en la localidad valenciana de Bétera se encuentra el Cuartel General de Despliegue Rápido de la OTAN, donde
ahora se preparan ante una posible escalada bélica que involucraría a
Rusia y Ucrania.
El investigador Davi Montesinos apunta
en el informe que "se hacen visitas escolares en la base de la OTAN en
Bétera donde se dice, sin escrúpulos, entre otras cosas, que la OTAN es una
institución política que promueve valores democráticos y la resolución pacífica
de los conflictos, a pesar de que es una entidad militar al servicio de los
intereses de los EEUU y de los países que forman parte y son aliados".
En el caso de la Comunitat Valenciana,
"la militarización también afecta en los espacios naturales". "A
veces, se hacen pruebas de armamento y maniobras militares con un impacto
destructivo y contaminando el medio ambiente", destaca Montesinos, quien
apunta precisamente que "una de las luchas históricas, 17 años hasta
ahora, para desmilitarizar los espacios naturales tiene lugar en la Sierra de
Aitana".
No es un lugar cualquiera para el Ejército: en la cumbre de la sierra se
encuentra el Escuadrón de Vigilancia Aérea número 5 y el Acuartelamiento Aéreo
Aitana. "Utilizados por el Ministerio de Defensa como
punto geoestratégico, los radares allí ubicados sirven para controlar la
navegación marítima y aérea del Oriente Medio y de parte del Magreb, así como
el estrecho de Gibraltar y el tráfico en las Islas", explica el
investigador.
Los intereses militares chocan con la otra cara de la Sierra de Aitana: se trata de un Lugar de Interés Comunitario (LIC) en el que
"existen especies vegetales en peligro de extinción". De ahí
precisamente que la campaña "Ni un palmo de sierra para la
guerra" continúe reclamando "el desmantelamiento de la base de
radares que el ejército de aviación español tiene en la cumbre, para conseguir
una sierra desmilitarizada, protegida medioambientalmente y al servicio de la
paz".
Ejercicios en parques naturales
Algo parecido ocurre en la localidad catalana de Sant Climent Sescebes, donde se encuentra el
Acuartelamiento General Álvarez de Castro con el
Batallón Badajoz I/62 de infantería mecanizada, que dispone de 100 carros de
combate Pizarro I y TOAS (Transporte Orugas Acorazadas) y de un campo de tiro
de 1.380 hectáreas.
"Las maniobras que se realizan han sido denunciadas constantemente por
la Plataforma Alto el Foc a l'Albera que las rechaza
porque ponen en peligro la vida de la vecindad por los incidentes y accidentes
ocasionados, así como por el atentado contra el equilibrio y respeto ecológico
de la zona que suponen. Cabe mencionar que un tercio del campo está protegido
al formar parte de la red europea de espacios naturales Natura 2000",
señala María Gabriela Serra, responsable del capítulo dedicado
a la militarización en suelo catalán.
El informe también aborda la situación del Cuartel
del Bruc, situado en la ciudad de Barcelona. Pese a sus
dimensiones –53.000 metros cuadrados y una capacidad de acogida para unos 800
efectivos–, este recinto "no cuenta con espacios abiertos para realizar
sus prácticas militares", por lo que los militares "utilizan el Parc
Natural de la Serra de Collserola".
"Esta práctica viene siendo denunciada por organizaciones de la
sociedad civil de la zona que exigen la prohibición de maniobras militares en
el parque", subraya Serra. Los efectivos también utilizan el Parc Natural de la Muntanya de Montserrat "con
las mismas muestras de rechazo por parte de la ciudadanía".
La investigadora del Centro Delàs recuerda que tanto el ayuntamiento como
distintos sectores de la sociedad civil llevan reclamando desde 2008 la cesión
del cuartel. "La respuesta del gobierno –incluido el actual– siempre
ha sido una rotunda negativa", añade.
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