La explicación a la espectacular maniobra del F18 en
Gijón: el capitán Botana esquivó una bandada de gaviotas
El director del festival confirma a EL COMERCIO que la espectacular maniobra
de entrada del reactor que tanto llamó la atención del público en Gijón estuvo
forzada por la presencia de unos pájaros
Gijón
Lunes, 28 de julio 2025 | Actualizado 29/07/2025 18:33h.
Era uno de los momentos más esperados del Festival Aéreo de Gijón,
siempre lo es, la llegada de los reactores, de los aviones de combate, en este
caso un F18 y un Eurofighter. El primero, acompañado de un enorme rugido, hizo
su entrada en la bahía de San Lorenzo por detrás del cerro, dirigiéndose hacia
la playa, donde decenas de miles de personas seguían la exhibición. En medio de
la maniobra de aproximación, cuando más cerca estaba de la playa, el capital
Botana, el piloto de la aeronave, realiza un brusco cambio de dirección,
dejando al avión suspendido en el aire durante unas décimas de segundo y le da
potencia para salir de nuevo hacia los cielos. El piloto se vio obligado a
aplicar gases, conectar el sistema de postcombustión que facilita potencia
extra al motor, y alzar el morro para ganar altura de nuevo. Espectacular.
Hubo, eso sí, gente que se asustó, que pensó que había perdido el control.
También quien calificó de «muy arriesgada» la maniobra. Y así, durante varias
horas, los rumores y los vídeos, incluido el de EL COMERCIO, se fueron
comentando y compartiendo entre los aficionados.
La
espectacular maniobra en vuelo del F-18. EFE
La espectacular maniobra en vuelo del F-18. Damián Arienza
VIDEO EN YOUTUBE: https://www.youtube.com/watch?v=pqAKkFDYpqo
Esta misma tarde, el director del festival, Pablo González explicaba a este
periódico lo que había sucedido: «Las medidas de seguridad del festival aéreo
son muy exigentes. La gente no puede pensar que eso es un vuelo libre y que
cada uno hace lo que le viene en gana. Todo está medido. De hecho, la caja
aérea está medida, es algo físico para nosotros, con unas medidas que en base a
las velocidades tienen una serie de distancias», tranquiliza cuando le
preguntamos si hubo algún riesgo en la maniobra. «Yo he visto ya unos vídeos
internos donde hay unos pájaros que se cruzan en la trayectoria del avión y el
capitán Botana reacciona adecuadamente y muy rápido. Lo que se ve por fuera no
se entiende, pero lo que se vive a bordo de la cabina claro que se comprende.
Es una maniobra de escape, de abortar una maniobra y de salir de esa
trayectoria y recuperar altura y distancia. Eso es lo que ha hecho», detalla.
Añade que lo sucedido, en cualquier caso, servirá para mejorar en el
futuro. «Hay que analizar muchos factores, tipo si el avión tuvo alguna
incidencia mecánica o una bajada de revoluciones, pero lo fundamental es eso
que te digo. Él va a iniciar una maniobra, se encuentra una bandada de pájaros,
modifica la trayectoria y sale. Aborta y sale. Sabe lo que está haciendo y sabe
lo que tiene que hacer, y lo hace inmediatamente y perfectamente bien. Eso no
quita de que luego para futuras ediciones, evidentemente, siempre con cualquier
incidencia de este tipo, hay un análisis y unas medidas correctoras o para que
no pase más», explicaba.
Casi al mismo tiempo, el Ejército del Aire daba también explicaciones en
sus redes sociales. «Como habéis visto, uno de nuestros cazas F-18 realizó una
maniobra evasiva al detectar una bandada de aves en su trayectoria. Esta acción
forma parte del protocolo habitual para preservar tanto la integridad del
piloto como la seguridad del público», explicaban, para añadir que «nuestros
aviadores están formados para reaccionar en milésimas de segundo ante cualquier
imprevisto. En este caso, el piloto actuó con ejemplar rapidez y
profesionalidad, evitando un posible impacto sin comprometer la exhibición». Y
concluyen dejando claro de nuevo que «la seguridad es, y seguirá siendo,
nuestra máxima prioridad en cada demostración aérea».
En definitiva, la maniobra en sí no estaba prevista tal y como fue, pero en
ningún momento, según organización ni Ejército del Aire, se perdió el control
de la situación. Hay que recordar que las bandadas de pájaros son uno de los
peores enemigos de los aviones, y que no es la primera vez que se producen
accidentes por esta causa. El capitán Botana reaccionó en milésimas de segundo
para esquivar a ese grupo de gaviotas que se cruzó en su camino en la
exhibición de Gijón. Un diez.
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