lunes, 2 de julio de 2007

Siguen haciendo lo que les da la gana, los pilotos porque se lo permiten los controladores!


En el día de ayer, 30.06.07, me he vuelto a sorprender, más bien indignar, al ver la falta de profesionalidad de los controladores del Aeropuerto de Gran Canaria, al presenciar como entre las 12.30 y las 12.55 horas evolucionaba una Caravan 208-B Caravan I Super Cargomaster monomotor, de color blanco, tren fijo, ala alta, con el logo de "Swiftair" en los laterales y con matrícula EC-IEV, sobre la zona de la playa del Burrero y Carrizal de Ingenio, bajo un fuerte viento y entre aproximaciones de tráfico normal, lo que se podría suponer que serían prácticas de algún piloto o suelta del mismo.

Dicha avioneta realizaba circuitos en la zona sureste del mencionado aeropuerto y sobre el mar, pero en su regreso al aerodromo lo hacía siempre en sentido este-oeste, fuera de la senda de aproximación, por lo que todas las entradas fueron en visual y sobrevolando las viviendas de la playa a menos de 30 metros de altitud sobre ella. Lo más grave vino en su última "aproximación" que la realizó entrando por la playa de San Agustín (El Burrero) en sentido este-oeste, a menos de 20 metros de altura sobre el edificio "Vista Alegre" y de la valla que separa esta urbanización con el aeropuerto, en perpendicular al umbral de la pista 03R, para no se que tipo de aproximación visual. ¡De escándalo la pasada que dió el Kamikaze de la Caravan!.

Despúes de esta última pasada para realizar algún tipo de toma y despegue o go around sobre la 03R, sale al circuito del este del aeropuerto y se pierde en la lejanía, volviendo sobre la zona de Carrizal en sentido sur-norte, concretamente La Jurada, Carlos V y Barrio Nuevo en una altitud muuuuuyyyyy inferior a los 1000 pies obligatorios y a la vez que cruzaba esta zona habitada remontaba altitud girando en sentido norte-sur, abandonando la zona en rumbo suroeste.

Dicha avioneta es la misma que sobrevoló Ingenio en el día 29.06.07 sobre las 12.00 horas a escasa altitud sobre las viviendas, hasta tal punto que se le vió la matricula y la chorrera de aceite o líquido hidráulico que iba desde la parte delantera o motor y recorría la panza de dicha avioneta.