martes, 19 de enero de 2010

Gastos, contaminación ambiental y acústica de los avioncitos militares


En este país de ciegos donde el tuerto es el rey, la sordera es un mal endémico, el vuelva usted mañana o vaya usted a la otra ventanilla es el pan de cada día, donde la burocracia colma todos los Poderes, donde la Ley está echa para que la cumplan y paguen los pobres, los de abajo.... si esa que resulta muy bonita y que llena miles de hojas en los libros y estanterías (ahora CD's, DVD's o sofortes informáticos), donde todo funciona a base de empujones, críticas y denuncias, donde los hospitales y los cementerios estan llenos de "efectos colaterales" de la ceguera y la sordera, donde la jurisprudencia da la razón a la postre de todos estos anticipos en los que más de uno ha dejado su propia vida o la de algún familiar cercano, donde funcionan las "barriguitas agradecidas", el adulismmo, amiguismo y enchufismo esférico y donde siempre la "mierda flota". Donde los esféricos una vez originada la desgracia anunciada solo saben abandonar el barco como "ratas" aludiendo al "no lo sabía, lo desconocía o me he enterado por la prensa y lo investigaremos". ¡Atajo de hipócritas!.

¿Y por que digo esto? pues por que para suerte de algunos y desgracia de muchos nos ha tocado una base aérea militar en Gando, aeropuerto de Gran Canaria, donde aparte de soportar los ruidos de los motores civiles cuando despegan y sus reversas al aterrizar, desde hace muchos años seguimos sufriendo las "americanadas" de los "imitadores USA" con sus vuelitos militares y sus postcombustiones y por supuesto las pruebas de motores en los hangares de la bahía de Gando. Molestias que hay que añadir al gasto de combustible que pagamos todos, la contaminación ambiental y acústica que sufrimos todos. Por eso, porque que entre la "suerte y la desgracia" no nos vengan a tocar los güevo mañanas enteras como la de hoy y la de ayer con ruidos que sobrepasan los límites y decibelios habidos y por haber y que infringen totalmente la Ley de Contaminación Acústica. Ruidos que entorpecen la normal convivencia de este Municipio donde sus ciudadanos: niños, mayores, ancianos, enfermos, colegios e intitutos con antividades académicas se ven afectados.

Si quires meter ruido sal, vuela y estrellate los ojos fuera y lejos de aquí que estamos hartos de evioncitos y helicópteros militares ("cotos, halcones y zorros") sobrevuelen nuestras cabezas, contaminen y gasten a nuestra costa.

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